Hablar de impuestos es un tema que pone a temblar de miedo a muchos, sin embargo el pago de impuestos no es tan complicado como parece una vez que se conoce cómo funciona el sistema y los conceptos con los que se maneja.
A continuación te presentamos una mini guía básica con los conceptos clave para entender los fundamentos en los que se basa el pago de impuestos.
1.- El SAT
El Servicio de Administración Tributaria (SAT), es un órgano descentralizado mediante el cual la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) realiza la recaudación de impuestos. Su principal función es la de aplicar las leyes fiscales y aduaneras para que las personas físicas (individuos) y morales (instituciones) contribuyan voluntariamente al gasto público.
2.- Registro
Si aún no sabes si debes darte de alta o no, la respuesta es simple: Si generas ingresos debes registrarte. Sin importar la cantidad de dinero que obtengas de tus actividades económicas, tendrás que dar de alta tu Registro Federal de Contribuyentes (RFC) de acuerdo al régimen fiscal que te corresponda, que puede ser:
- Salarios: Si eres empleado con un sueldo fijo. Este trámite estará a cargo de tu jefe.
- Régimen de Incorporación Fiscal: Si prestas servicios o te dedicas a las ventas de productos sin necesidad de un título profesional.
- Actividades Empresariales y Profesionales: Si tus ingresos anuales superan los 2 millones de pesos o necesitas de un título profesional para ejercer tu empleo, este será tu régimen.
- Arrendamiento y uso o goce temporal de bienes inmuebles: Si te dedicas a la renta de inmuebles deberás registrarte en esta categoría para pagar tus impuestos.
3.- Declaración de impuestos
Cada año deberás hacer un reporte de todos los gastos e ingresos que has tenido a lo largo del año anterior y pagar los impuestos correspondientes. En el caso de ser asalariado, todo este trámite correrá a cargo de la empresa donde laboras.
4.- Deducción de impuestos
Las deducciones, son todos aquellos gastos que puedes restar del monto total de tus ingresos y usarlo como saldo a tu favor al momento de hacer el pago de impuestos, ya que estos se calculan en función de la utilidad que obtienes de tus ingresos.
Ingreso – deducción = Utilidad
Los gastos que son deducibles de impuestos son:
- Salud: Pueden ser tratamientos médicos, consultas, medicamentos, prótesis, análisis, estudios, primas de seguros de gastos médicos mayores, lentes, análisis y estudios.
- Educación: Las colegiaturas hasta nivel preparatoria pueden deducirse de impuestos, mientras no rebasen cierto límite de pesos estipulado por el SAT y si el alumno eres tú, tus hijos, cónyuge o tus padres.
- Otros: Gastos funerarios de cónyuge o familiares de línea directa, aportaciones voluntarias a tu AFORE, donativos a instituciones autorizadas para recibirlos y gastos hipotecarios que no excedan las 750 mil unidades de inversión.
Todos estos gastos deberán de facturarse y sólo pueden deducirse si se usaron para el contribuyente, familiares de línea directa o cónyuges. Los recibos simples no funcionan para deducir impuestos, siempre debes facturar.
Si bien muchos le temen al SAT porque lo ven como sinónimo de multas y castigos, en realidad cumplir con tus obligaciones fiscales puede traer grandes beneficios como: acceso a créditos para Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) en diversas instituciones y acceso a los servicios de Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
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