En la película “Volver al futuro II”, vimos al DeLorean volador del doctor Brown funcionando con latas y otros productos sacados de un contenedor de basura; venía del año 2015. Llegamos al 2022 y lo más cerca que estamos de ese vehículo son los automóviles eléctricos, por lo que nos preguntamos ¿qué tan lejos quedan esos autos voladores de la realidad?
Pista 1. ¿Qué son los automóviles eléctricos?
A diferencia de sus antecesores, estos vehículos no dependen (completa o parcialmente) de combustibles fósiles. Su motor convierte la energía de una batería eléctrica recargable en energía mecánica, lo que se traduce en el movimiento de las llantas.
Si bien son considerados ecoamigables, la idea generalizada es que, por su producción, los eléctricos contaminan más que los de gasolina. Algo completamente falso.
Una investigación del International Council on Clean Transportation (ICCT) señala que durante el ciclo de vida de un auto eléctrico –desde extraer el litio y otros materiales para su construcción y hasta tenerlo en reposo en tu cochera– liberará menos emisiones de gases de efecto invernadero que uno tradicional. Y si consideramos que la generación de electricidad sigue emigrando hacia procesos más limpios, el panorama es aún mayor.
Pista 2. El complot de las grandes empresas contra los autos eléctricos
Si te gustan los videos de conspiraciones, seguro conoces la teoría acerca de cómo la industria automotriz ha frenado el avance de nuevos vehículos porque tienen cientos de motores que deben utilizar primero. Esperamos que no la creyeras.
Mencionemos el caso de Toyota, que no oculta su interés por impulsar económicamente a la empresa Cartivator, que busca construir “drones” capaces de llevar personas en su interior. Alimentados con electricidad, se elevarían hasta 10 metros para desplazarse a 100 km/h.
¿Y qué opinas de Volkswagen? En 2021 se lanzó de lleno a la idea de los viajes aéreos personales y concentra en China sus esfuerzos por dar forma a vehículos que sean capaces de liberar a sus pasajeros del tráfico en tierra gracias a la movilidad vertical.
Pista 3. ¿Qué tan real es la idea del auto volador?
De la misma forma en que ahora circulan videos de drones entregando pedidos, Uber ansía ver flotillas llevando personas a sus destinos. Sueño que comparten con BlackFly, un vehículo eléctrico capaz de despegar y aterrizar sin una pista gracias a dos alas pequeñas y ocho hélices giratorias alineadas a lo largo de su cuerpo.
Y si bien la mayoría de los expertos coinciden en que estamos lejos de pedir un taxi aéreo en nuestra aplicación de confianza, cada vez más empresas realizan inversiones millonarias buscando estar un paso más cerca de una máquina que nos lleve del automóvil eléctrico al auto volador.
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