Nombre: Nolvert Pérez Juárez
Estudiante de Educación
A diferencia de lo que ocurre hoy, no existía en Grecia un sistema educativo propiamente dicho, organizado y reglado por el Estado. En Atenas, no obstante, existían escuelas al menos desde la época de Solón, aunque eran privadas, por lo que los padres debían abonar una cierta cantidad de dinero para la formación de sus hijos. Tampoco era igual la educación (paideía) de los niños y las niñas. Éstas recibían una formación muy elemental, dedicándose sobre todo a aprender en el hogar, bajo la dirección de la madre, todas las tareas que luego tendrían que desempeñar como mujeres casadas.
No había una “igualdad de oportunidades” entre todos los ciudadanos, de modo que sólo los más ricos podían completar adecuadamente su formación. Las diferencias también debían ser importantes entre las propias polis (ciudades), pues en algunas como Esparta, se daba prioridad a la formación física, ya que se pretendía formar buenos soldados, mientras en Atenas se cuidaba además la formación intelectual, pues se pretendía formar buenos ciudadanos. A pesar de todas las limitaciones y precisiones que se quieran hacer, corresponde a la Grecia antigua el mérito de haber creado la escuela como institución y haber buscado un ideal pedagógico a lo largo de su historia.
La ausencia de enseñanzas regladas, no impide que podamos hablar de una serie de etapas en la formación del hombre griego, hasta los 7 años el niño permanecía en casa bajo el cuidado de la madre o de una esclava niñera, de las que aprendían diversos mitos y leyendas. En la educación, la intervención del hombre era muy limitada, pues ésta se consideraba tarea propia de mujeres, entre los 7 y los 12 años tenía lugar lo que podríamos llamar “enseñanza elemental”. La enseñanza en Atenas tenía una doble faceta, la mousikh o formación intelectual y moral, y la gumnastikh o educación física. En esta primera etapa el niño aprendía a leer y escribir con el grammatistés (maestro de escuela). El niño iba a la escuela acompañado por el paidagogó, esclavo que le llevaba los instrumentos de escritura, era su compañero de juegos, pero no intervenía directamente en la educación. Para escribir se sentaban en el suelo y trazaban sus primeras letras con punzones sobre tablillas de madera enceradas.
El sistema educativo clásico se mantiene hasta el final del Imperio y pervive en la educación de la Escolástica medieval. Podríamos decir que en buena medida, pese a las grandes diferencias, es aún la base de nuestros sistemas educativos. En recuerdo de Marco Porcio Catón, quien preparó un librito para enseñar a leer a sus hijos, el método para enseñar a leer a los niños se ha llamado “Catón”. El trivio y el cuatrivio constituyeron durante mucho tiempo el conjunto de materias de la educación superior.