Si eres una persona que con frecuencia tiene dificultades para concentrarse, tomar decisiones, conciliar el sueño, sufres de depresión, tienes malestares musculares, de pecho o tienes cansancio extremo y lo que mantiene ocupada tu mente son las tareas laborales, cuidado puedes estar pasando por una etapa de estrés laboral.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés laboral como la reacción que puede tener un individuo ante las exigencias y la presión profesional que no se ajusta a sus conocimientos, poniendo a prueba su capacidad para afrontar la situación. El estrés puede aumentar cuando el empleado siente que no recibe suficiente apoyo de sus supervisores o colegas y cuando tiene un control limitado sobre su trabajo. La organización señala que el estrés laboral se convertirá en la nueva epidemia del Siglo XXI.
Datos de la OMS señalan que México es el país con mayores casos de estrés laboral a nivel mundial, al tener un 75% de trabajadores que la padecen, debido a la carga de trabajo, la falta de estabilidad laboral y presiones financieras.
Si sientes que sufres de estrés laboral debes aprender a controlarlo. Aquí te damos algunos consejos que te ayudarán a disminuirlo, beneficiando tu salud.
Acciones laborales.
Levántate temprano para evitar las horas de tráfico, busca que el recorrido al trabajo sea tranquilo y no inicies tu día con estrés. Al llegar a tu área laboral haz una lista de los pendientes que tienes, organízate y prioriza las más importantes del día. Dedícale el tiempo necesario a cada tarea y evita las distracciones. Si sientes que tienes mucha carga de trabajo, pide ayuda y aprende a delegar. Mantén una buena relación laboral con tus compañeros y evita los problemas. Es recomendable que tomes un pequeño descanso, esto te ayudará a concéntrate y rendir más.
Acciones personales.
Aprende a ocupar tu mente en asuntos que estén bajo tu control, es decir, no te preocupes por las acciones o decisiones que tomen las demás personas. Practica técnicas de relajación, la más sencilla y efectiva para manejar problemas emergentes es respirar lento y profundo, eso ayudará a tu corazón a relajarse. Realiza alguna actividad física, al menos 5 horas a la semana para sacar la tensión causada por el trabajo o la vida personal, además aliméntate sanamente para mantener tus defensas altas. Y lo más importante, ten siempre un tiempo para ti.
Aprende a controlar el estrés para que no afecte tu vida y relaciones personales. Además, evitarás enfermedades cardiovasculares o gastrointestinales.