En el pasado, las personas se enfocaban tanto en el trabajo, que laboraban más de las horas que se acordaban en su contrato y olvidaban darle tiempo a sus actividades personales, a sus allegados y a ellos mismos. Las generaciones actuales buscan lograr el equilibrio entre lo profesional y personal, pues ambos factores contribuyen y enriquecen la vida de cada individuo.
La conciliación entre estos factores debe ser un objetivo tanto de la empresa como del empleado. Por un lado las compañías genera una motivación es sus trabajadores, logrando mayor productividad, compromiso y fidelización. Por su parte el empleado disminuye su estrés, equilibra su vida y logra producir calidad en las actividades que realiza.
Es claro que cada puesto de trabajo y profesión demanda responsabilidades diferentes, pero se pueden acoplar las actividades para disfrutar de cada una. Aquí te damos algunos consejos para lograr el equilibrio en tu vida.
Respeta los horarios. Si cuentas con un horario establecido en el trabajo, llega y sal a la hora acordada, esto te dará oportunidad de convivir con tu familia o realizar otras actividades que sean de tu interés. Si trabajas por tu cuenta, establece tus horarios ya sea por semana, quincena o mes.
Enfócate en cada actividad. Prioriza tus actividades y dale el tiempo necesario a cada una de ellas. Evita combinar lo personal con lo laboral, es decir si no es realmente una emergencia no trabajes en tus tiempos libres ni realices actividades personales en tus horarios de trabajo.
Disfruta de tus días libres. Enfoca tus descanso o vacaciones a tu familia, amigos y a ti mismo con actividades recreativas, de ocio, relajación y descanso.
Recuerda que el trabajo es el medio para un fin y no el fin en sí mismo.