Una forma de pago que ha facilitado la transacción entre usuarios locales, nacionales e internacionales es el pago digital, realizado a través de tarjetas de débito o crédito. Este método de pago ha tenido un incremento principalmente durante 2020, debido a la pandemia generada por la Covid-19, donde, de acuerdo con Banxico, 5 millones de usuarios redujeron el uso de efectivo, además de que se registró un incremento del 20% en tarjetas de crédito.
Sin embargo, con este incremento, también se tuvo un aumento de fraudes a tarjetas, generando casi 6 millones de quejas, de las cuales los cargos no reconocidos en tarjetas de crédito representaron el 45% de los fraudes en operaciones financieras.
Los fraudes de tarjetas comenzaron en la década de 1980, teniendo diferentes modos de operar a lo largo de los años, pero sin importar el método, estos se dividen en dos categorías:
Solicitud fraudulenta de tarjeta: Es cuando los estafadores solicitan créditos o abren cuentas con el nombre de otra persona.
Apropiación fraudulenta de cuenta: Cuando los estafadores se apoderan de cuentas ya existentes y solicitan el cambio de dirección de facturación o duplican las tarjetas.
Ambos casos se considera una forma de robo de identidad
Los tipos de fraudes más comunes de tarjetas en la actualidad son:
- Smishing – Son las llamadas o mensajes que recibe el usuario por parte de personas que se hacen pasar por la institución financiera. A través de este medio obtienen datos confidenciales. Durante los meses de mayo de 2020 personas de la tercera edad fueron víctimas de este tipo de fraude.
- Phishing – A través del correo electrónico, los delincuentes mandan imágenes o formularios con el logo de la institución bancaria, con el pretexto de la actualización de datos, los cuales son usados para realizar compras o vaciar cuentas.
- Pharming – Son las ventanas emergentes que salen en sitios web poco seguros, donde se señala la obtención de algún premio y por la que solicitan datos e incluso transferencias para la entrega de estos premios.
- Skimming o Clonación – Consiste en copiar la banda magnética a través de un escáner. En 2020 este tipo de fraude aumentó un 38%
Si has sido víctima de alguno de estos fraudes o quieres prevenirlos, aquí te decimos dónde puedes denunciar y te damos algunos consejos para evitar caer en este fraude.