Todos hemos enfrentado una situación difícil que cambia nuestra vida para siempre y seguramente en ese momento hubiéramos deseado saber qué hacer o cómo reaccionar, por eso es importante conocer el concepto de resiliencia, pues éste nos permite aceptar las cosas que no podemos cambiar y adaptarnos a las transformaciones.
La palabra Resiliencia tiene su origen en el latín “resillio”, donde tenía el significado de “volver atrás ” o “rebotar”. E n ese sentido, la psicología moderna ha buscado rescatarla para darle nombre a la habilidad de salir delante de una situación traumática.
En los últimos años, los psicólogos han destacado la importancia de aprender a implementar la resiliencia en la vida cotidiana, no solo para continuar viviendo luego de experimentar eventos no deseados, sino también como una respuesta ante todo aquello que nos afecta y que no podemos controlar directamente.
De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología, APA por sus siglas en inglés, la resiliencia no es, como se pensaba, algo con lo que se nace, es una capacidad que se desarrolla con el tiempo y que todos podemos adquirir.
¿Por qué es importante la Resiliencia?
Como hemos mencionado, la resiliencia nos permite adaptarnos a diversas situaciones, por lo que es una habilidad esencial para los tiempos actuales, sobre todo ahora, después de que una pandemia nos demostró que nuestra vida puede modificarse radicalmente de un momento a otro y sin previo aviso.
La resiliencia es importante porque nos brinda herramientas para la vida cotidiana, quienes la aplican en su día a día son capaces de resolver conflictos de forma creativa y, lo que es más importante, sin que estos afecten significativamente su estado de ánimo.
Es importante señalar que nadie nace siendo resiliente, pues esta habilidad se desarrolla todos los días a través de la implementación de estrategias psico-emocionales.
¿Cómo se desarrolla la resiliencia?
Existen diversas opiniones sobre cómo podemos trabajar para convertirnos en personas más resilientes; sin embargo, la mayor parte de los especialistas en el tema están de acuerdo con que aplicando las siguientes estrategias podemos logar dicha meta:
- Acepta que la vida está llena de cambios: Hay cosas que suceden y que no son tu responsabilidad, aunque te afecten. Vivir se trata de aprender a diferenciar entre aquello que podemos solucionar y aquello que no, teniendo siempre en mente que la transformación es inevitable y que es necesario que todo se mueva para que podamos evolucionar.
- Trabaja en tu autoconcepto: Es importante que te conozcas, aceptes y quieras tal cual eres. Hazlo desde el amor y el realismo. Ten en cuenta que siempre habrá áreas de tu vida en las que querrás mejorar y eso es bueno, solo no olvides ser amable contigo mismo, esfuérzate por cumplir tus metas, pero no olvides que, al final, lo más importante es tu bienestar.
- Confía en tus decisiones: Recuerda quién eres y por qué haces las cosas. Sé firme y no olvides los motivos que te llevaron a actuar de una manera determinada.
- Avanza hacia el futuro que deseas: Todos los días son una oportunidad para alcanzar nuestras metas. No se trata de hacerlo todo de golpe, sino de tomar pequeñas acciones cotidianas que nos permitan llegar a donde hemos soñado.
- Crea relaciones significativas: En los últimos años, gracias al avance de las redes sociales, la forma en que interactuamos con los otros ha cambiado drásticamente, provocando que, muchas veces, no logremos establecer conexiones reales, por lo que es importante re-vincularnos con quienes son importantes para nosotros, saber qué ocurre en sus vidas y dedicarles tiempo de calidad, donde la interacción suceda sin celulares y de forma honesta y verdadera.
- No dejes de creer en el futuro: La resiliencia se basa en la aceptación del cambio, por lo que, para desarrollarla, es vital reconocer que todo es transitorio. Recuerda: aunque parezca que todo está mal, nada dura para siempre y con nuestras acciones podemos conseguir el futuro que deseamos.
¿Puede ayudarme la resiliencia en mi trabajo?
Más allá de ser un concepto útil para la vida diaria, la resiliencia puede mejorar diversos aspectos de tu vida laboral, como:
- Control de impulsos negativos ante situaciones conflictivas: no permitirás que las adversidades se apoderen de ti y que tus instintos tomen el control de tus decisiones.
- Aumento de tu productividad: al ser una persona resiliente, evitarás que los problemas de tu vida personal afecten las cuestiones laborales, lo que te permitirá mejorar en tu desempeño laboral.
- Mejora tu análisis de problemas: si eres capaz de no dejar que las cosas te afecten de forma personal, podrás distanciarte racionalmente de los conflictos, lo que te dará una nueva perspectiva ante cualquier situación.
- Optimiza tus habilidades de liderazgo: estar al frente de un equipo o a cargo de un proyecto es más sencillo si lo haces desde la razón. En ese sentido, la resiliencia es clave para alcanzar un liderazgo exitoso y que permita aprovechar al máximo la potencialidad de todo el equipo.
Conclusiones
Reiner Maria Rilke, uno de los poetas alemanes más reconocidos, escribió:
“Deja que todo te suceda, lo bello y lo terrible, solo sigue adelante, ningún sentimiento es definitivo”.
En ese aforismo, el escritor resume lo que significa convertirnos en personas resilientes.
La resiliencia no se trata de volverse alguien frío y sin sentimientos, sino de aprender cómo estos nos afectan en la vida y no permitir que tomen el control de nuestros actos y de nuestras ideas.
El camino para convertirnos en personas resilientes significa luchar contra ideas que hemos cargado toda la vida, aprehender que la realidad es más compleja de lo que pensamos y que está bien no tener siempre la respuesta para todo.