¿Te imaginas un mundo sin selfies, donde no puedas mostrarle a las personas tus momentos especiales, ni compartir con el mundo tu carita preciosa? Gracias a las redes sociales esta forma de la fotografía se ha convertido en un fenómeno global, por eso el 21 de junio se celebra el Día de la Selfie y en IEU te contamos su historia y relevancia.
La evolución de la Selfie
La selfie como la conocemos es heredera de unos de los géneros del arte más conocidos, el autorretrato. Aunque ahora es tan sencillo como sacar tu smartphone, sonreír y tocar la pantalla, desde hace siglos los humanos hemos buscado cómo mostrarle al mundo nuestra imagen, desarrollando cuadros, dibujos, acuarelas y un sinfín de obras.
Primeros autorretratos: los pioneros de la selfie
Los primeros autorretratos se remontan al Renacimiento, cuando los artistas comenzaban a pintarse a sí mismos para practicar y mostrar su habilidad. Uno de los ejemplos más antiguos es el autorretrato de Leonardo da Vinci, pintado alrededor de 1512.
A diferencias de las selfies que nos tomamos hoy en día, Leonardo tardó meses, en su trabajo, pues dibujó cada parte de su rostro a mano ¿Te atreverías a hacer algo así?
La llegada de la fotografía: Robert Cornelius
El primer autorretrato fotográfico fue tomado por Robert Cornelius en 1839. Cornelius, un pionero de la fotografía estadounidense, capturó su propia imagen al quitar la tapa del objetivo de su cámara, correr a la toma, sentarse durante varios minutos y luego volver a tapar el objetivo. Logrando así el primer selfie de la historia.
La era de la selfie y la fotografía
El siglo XX estuvo lleno de grandes fotógrafos, quienes dedicaron su vida a capturar el mundo y a mostrarnos su perspectiva única de la realidad y, aunque el término selfie no existía como tal, diversos personajes de la historia aprovecharon la tecnología que tenían disponible para inmortalizar su propia imagen.
Una de las selfies más icónicas de la historia es la de Buzz Aldrin, quien, en 1966, mientras se encontraba en el espacio durante la misión Gemini 12 aprovechó la oportunidad para hacerse una selfie, que es considerada una de las primeras en el espacio exterior y muestra cómo una buena foto se trata de ser auténtico y mostrar tu verdadero yo.
Eso a lo que llamamos Selfie
Aunque los autorretratos han sido sumamente recurrentes en la historia de la fotografía, fue hasta 2010 que las selfies comenzaron a impactar al mundo. Cuando apple lanzó el iphone 4, uno de los primeros en contar con una cámara frontal de buena calidad, las personas quedaron fascinadas y comenzó un boom en redes sociales.
El impacto de las selfie fue tan grande que para 2013 el diccionario de Oxford agregó la palabra en su catálogo y en 2014 Twitter declaró ese año como el de las selfies, pues la palabra tuvo más de 92 millones de menciones.
Actualmente, todos los días se toman alrededor de 92 millones de selfies, lo que significa que en promedio cada persona pasa 54 horas al año o 7 minutos al día buscando su mejor ángulo para compartirlo en sus redes.
Tips para la selfie perfecta
Ahora que conoces la historia de la Selfie, queremos que te luzcas como un profesional de la fotografía e impactes al mundo con tu talento fotográfico, por eso te compartimos 5 tips para llevar tus selfies al siguiente nivel.
Encuentra tu ángulo:
No todos nos vemos bien en todas las poses, por eso es importante que conozcas tu rostro a la perfección. Tómate un tiempo para mirarte con calma con la cámara frontal de tu celular, descubre qué lado de tu cara te gusta más y en qué ángulo te sientes más cómodo.
Cuida la iluminación:
La fotografía obtiene su nombre de las raíces griegas “photo” que significa luz y “graphos” que significa escribir o dibujar. A la hora se realizar cualquier tipo de fotografía, en especial una selfie, es importante cuidar la luz. Busca los lugares mejor iluminados, aprovecha destellos
Fondo limpio:
Asegúrate de que el fondo no distraiga de lo que quieres resaltar en la selfie. No todo se trata de hacer la foto lo más rápido que puedas, es importante que te tomes un tiempo para analizar el entorno y encuentres el lugar correcto, donde nada distraiga la atención de quienes aparecen en la imagen.
Sonríe naturalmente:
Una sonrisa genuina siempre se ve mejor que una forzada. Procura relajarte y respirar antes de hacer tu selfie, recuerda que lo importante es cómo nos sentimos por dentro y si estamos en calma y pasándola bien eso se nota inmediatamente.
Cuidado con los filtros:
Los filtros pueden mejorar una selfie, pero no abuses de ellos. Mantén tu imagen lo más natural posible, las fotografías que más impacto tienen no son perfectas, muestran una cara divertida, interesante o llamativa de la realidad, por eso los filtros no siempre son la mejor opción, pues no reflejan la belleza natural de las cosas.
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¡Es momento de ser imparable!
