La forma de vestir refleja parte de nuestra personalidad, es la primera impresión que proyectamos hacia los demás. Lo mismo ocurre con la forma de vestir de los empleados de una empresa, los colaboradores son la imagen de valores y cualidades que tienen la compañía, por ello, muchas optan por manejar los códigos de vestimenta.
“Tú eres representante de la firma, la impresión que generes con tu apariencia y conducta, impacta en la imagen de la marca” (Deloitte en su código de vestimenta)
El código de vestimenta va a depender del sector al que se dedique la empresa y de la imagen que quiere transmitir al público. Pese a que existen muchos tipos de vestimenta, aquí te manejamos los más comunes para el ámbito laboral.
Negocios formales o directos: Se asocia principalmente a los profesionistas del área jurídica, banca y finanzas. Se recomienda el uso de trajes tipo sastres en falda y pantalón de color oscuro, camisas o blusas formales, corbatas con diseños discretos, medias para las mujeres, zapatos formales de cuero, accesorios discretos y arreglo personal sobrio.
Casual de Negocios: Se asocia con profesionistas de las áreas en seguros, bienes raíces, industria, comercio y consultores independientes. La vestimenta es la combinación de prendas de corte formal con alguna casual, sin perder el profesionalismo.
Casual: Se asocia con las profesiones relacionadas al área creativa e informática. La ropa que se maneja es más informal, para reflejar una imagen cómoda y relajada. Se recomienda pantalones de vestir o mezclilla, faldas y vestidos de color oscuro o caqui, camisas o blusas informales, las cuales pueden ser de colores más vivos y con estampados discretos; se permite el uso de accesorios, zapatos de suela de goma y zapatillas urbanas.
Uniformes: Algunas empresas optan por manejar uniformes para sus colaboradores, permitiendo la unificación de la vestimenta de su personal y la representación de la marca. Los uniformes deben ser cómodos, adaptados a las necesidades del personal, seguro y fácil de limpiar.
Un estudio de la Universidad de Northwestern, Illinois, demostró que la vestimenta que se usa, no solo modela la percepción de los otros sobre nuestras capacidades, sino que ejerce un poder sobre nosotros mismos.
Recuerda que la ropa que uses debe ser acorde a los requerimientos de la ocasión, pero que al mismo tiempo te haga sentir cómodo.