¡Hola, soy Mireya Dámaso, tengo 37 años y soy Fisioterapeuta!
Actualmente formo parte del equipo de IPETH. Trabajo en el departamento de Recursos Humanos, en el segmento de liderazgo académico.
Una de las cosas que más disfruto de mi labor es el contacto con los futuros profesores y fisioterapeutas que están por ingresar a nuestra institución, ya que tengo la oportunidad de hablar con ellos y conocerlos, lo que me permite entender cuál será su trascendencia en la vida de los estudiantes.
Este año cumplo 12 años en IPETH, a lo largo de los cuales he recibido muchísimos aprendizajes, pero el que más ha impactado en mi vida ha sido el de la necesidad de madurar y darle la seriedad necesaria a cada cosa.
Cuando llegué a México para trabajar en IPETH tenía apenas 25 años, nunca había abandonado mi núcleo familiar, ni mi hogar, por lo que fue una enorme aventura y el inicio de una etapa maravillosa en mi vida.
Me siento orgullosa de seguir siendo parte de IPETH, pues es una institución única, en la que he podido desarrollarme plenamente. Durante estos 12 años he sido docente, he tenido la oportunidad de trabajar como coordinadora, directora y administrativa; posiciones que me han permitido dar lo mejor de mí y seguir creciendo como persona.
Mi lema en la vida es “siempre hay que sonreír”. Creo que, sin importar las adversidades o los problemas que se nos presenten en el camino, lo mejor que podemos hacer es ser felices y mostrarle nuestra mejor cara a la vida.
Soy una mujer resiliente y fuerte. Me define mi lealtad hacia el lugar en el que trabajo, hacia mis amigos y familia; siempre estoy dispuesta a darlo todo por las personas a las que amo. Soy muy responsable en todos los aspectos de mi vida, tengo una hermosa familia a la que adoro y todos los días trabajo por ser más empática con el mundo. Para mí todos los seres humanos somos igual de valiosos.
Mi consejo para todos es que nunca se rindan. La vida está llena de dificultades y, en ocasiones, parece que el camino es difícil, pero cada uno tiene la capacidad de levantarse, de mirar a la vida con dignidad y seguir adelante siempre y sin importar la situación.